Personal
Personal
A ti que me despiertas día tras día con la esperanza de ir a dar un paseo.
A ti que a pesar de mi falta de atención nunca te cansas de aguardar por mí.
A ti que cuando me siento triste y desolada siempre tienes una mirada de ternura para mí y un beso mojado para consolarme.
A ti que a pesar de mis ausencias a mi mundo interno me esperas con paciencia y siempre que regreso estás ahí sin ningún reproche, sólo feliz de mi regreso.
A ti mi fiel amigo y compañero con todo mi cariño y mi alegría por poder compartir mis días contigo mi querido “Bacchus”
(Posees el nombre romano de Dionisio, el Dios griego del vino, de la elaboración del vino y de la fertilidad).